TECNOLOGIA

Un Investigador Propuso un Juego a ChatGPT. Lo que Recibió a Cambio fue Claves Funcionales de Windows 10

POR: REDACCIÓN

A veces, lo más efectivo es lo más simple. Eso pensó Marco Figueroa, investigador de ciberseguridad, cuando la semana pasada decidió poner a prueba los límites de ChatGPT. La propuesta era tan inocente como desconcertante: un juego de adivinanzas, sin ataques técnicos ni intenciones explícitas. En lugar de buscar vulnerabilidades en el código, se centró en el lenguaje. Y funcionó: logró que el sistema le devolviera algo que, según él mismo documenta, nunca debería haber aparecido en pantalla. El resultado fueron claves genéricas de instalación de Windows 10 para entornos empresariales

La clave fue disfrazarlo de juego. Lo que Figueroa quería comprobar no era si podía forzar al sistema a entregar información prohibida, sino si bastaba con presentarle el contexto adecuado. Reformuló la interacción como un reto inofensivo: una especie de adivinanza en la que la IA debía pensar en una cadena de texto real, mientras el usuario intentaba descubrirla mediante preguntas cerradas.

Durante toda la conversación, el modelo no detectó ninguna amenaza. Respondió con normalidad, como si estuviera jugando. Pero la parte más crítica vino al final. Al introducir la frase “I give up” —me rindo—, Figueroa activó la respuesta definitiva: el modelo reveló una clave de producto, tal y como había quedado estipulado en las reglas del juego. No fue un descuido casual, sino una combinación de instrucciones cuidadosamente diseñadas para sortear los filtros sin levantar sospechas.

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