TECNOLOGIA

Los Agentes son la Gran Promesa de la IA. También Apuntan a Convertirse en la Nueva Arma Favorita de los Ciberdelincuentes

POR: REDACCIÓN

Los agentes de IA no son el futuro: ya están aquí. Mientras los chatbots como ChatGPT o Gemini siguen ganando terreno en tareas que van desde resolver dudas cotidianas hasta ayudarte en tareas de programación, las grandes tecnológicas han empezado a dar pasos decididos hacia una nueva generación de sistemas mucho más prometedores. Son capaces de ejecutar tareas, tomar decisiones y adaptarse al entorno. No solo responden: actúan. Y ese cambio se presenta como un avance muy potente.

OpenAI está desarrollando Operator, un asistente que puede navegar por páginas, reservar viajes o gestionar archivos. Anthropic prueba su propio agente con funciones similares en entornos controlados.

Google trabaja en Jarvis, su futuro mayordomo digital. La idea es clara: delegar tareas reales en inteligencias artificiales. Pero esa misma autonomía que los convierte en aliados útiles también los convierte en un riesgo potencial para la ciberseguridad.

Autonomía peligrosa. A diferencia de los bots tradicionales, los agentes de IA no se limitan a seguir instrucciones predefinidas. Pueden controlar un sistema operativo o tomar decisiones en función del contexto.

En manos equivocadas, esta autonomía podría facilitar ataques complejos sin necesidad de expertos humanos. Algunas pruebas de laboratorio ya muestran cómo estos modelos pueden replicar operaciones que antes requerían conocimientos técnicos avanzados, como automatizar tareas de espionaje o manipular configuraciones del sistema.

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