INTERNACIONAL

A la Espera de la Fumata Blanca, Secular Señal Para Habemus Papa

POR: REDACCIÓN

La fumata blanca es el esperado humo que millones de católicos en el mundo esperan ver elevarse en el cielo del Vaticano, pero esta secular tradición para anunciar la elección de un nuevo papa cambió a lo largo del tiempo.

Salvas

Todos los cónclaves, salvo uno, se han celebrado en Roma o en la Ciudad del Vaticano desde el siglo XV y la tradición de quemar las papeletas de los cardenales remonta a esa época.

Inicialmente, el objetivo era evitar la manipulación de las papeletas, pero con el tiempo llegó a utilizarse como una señal, aunque durante siglos sólo significó que la votación no había tenido éxito.

En 1823, el cónclave tuvo lugar en el Palacio del Quirinal –entonces residencia papal– y el cuerpo de guardia debía disparar salvas para anunciar la elección de un nuevo papa.

Los romanos estaban atentos al humo que salía de la chimenea del Quirinal, pues era la señal convenida» para el disparo de las salvas, explican el vaticanista Javier Martínez-Brocal y el sacerdote José de Jesús Aguilar en su libro «Cónclave: Las reglas para elegir al próximo Papa».

La estufa de hierro fundido en la que los cardenales queman actualmente las papeletas se usó por primera vez en el cónclave de marzo de 1939.

Mide alrededor de un metro y tiene inscritos en la tapa los años de los cónclaves en los que se utilizó.

Tiene una puerta inferior para encenderla, con una válvula manual para regular la intensidad, y otra superior donde se colocan los documentos para quemar.

Desde 2005, el Vaticano agregó una segunda estufa, conectada a la misma chimenea y donde se queman productos químicos para dar un color más nítido a la fumata, ya sea blanca o negra.

Blanco o negro

Desde 1958 se han utilizado productos químicos para colorear el humo, pero la estufa más reciente –usada por primera vez durante la elección de Benedicto XVI– tiene un ventilador y hace que el humo sea más visible.

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